“LA MUJER CRISTIANA Y LA
MODESTIA”
Entre los miembros de la iglesia de Cristo hay diferencia de
entendimiento acerca de lo que constituye la modestia referente al vestido de
la mujer. A veces la diferencia de convicción sobre este asunto es tan fuerte
que resulta en la descomunión. El propósito de este
estudio es para llegar a un acuerdo mejor sobre la modestia desde el punto de
vista de lo que dice la Biblia.
La Biblia manda que la mujer se vista con modestia y pudor. “Asimismo
que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia...”(1Tim. 2:9) Cuando
analizamos el texto, vemos que Dios no especifica, ni aquí ni en otra parte, lo
que constituye “Ropa decorosa”. la única cosa
especificada es que no se vistan con demasiado lujo y ostentación. “No con
peinado ostentoso, ni oro ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas
obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”.(1Tim.
2:9-10) Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de
oro o de vestidos lujosos” (1Pedro 3:3).
Todos entendemos que las palabras: pudor, ropa decorosa y modestia significan mucho más que la ausencia de
ostentación. Pero ya que Dios no especifica en detalle lo que constituye
violación de esta enseñanza. Los seres humanos llegan a diferentes
conclusiones. Es evidente que Dios dejó a nuestro juicio
la aplicación de este principio.
HABLEMOS DONDE LA BIBLIA HABLA Y
CALLEMOS DONDE LA BIBLIA CALLA
Este lema, basado en (1Pedro 4:11),
ha sido nuestro mensaje y práctica desde el principio de la restauración de la
iglesia verdadera.. Pero, a veces nos olvidamos lo que
significan estas palabras. En cuanto a la modestia de la mujer, Dios no especificó que clase de ropa
es la “Ropa decorosa”¿ VESTIDO O PANTALÓN?. No
especificó que tan larga tenía que ser la falda. No especificó(¡que
sorpresa!) cuáles partes del cuerpo tenían que ser cubiertas y cuáles no. ya
que la inspiración no especificó, ningún ser humano tiene autoridad de hablar
oficialmente sobre este asunto. Los seres humanos pueden expresar su juicio
particular, nada mas. EL INSTINTO NATURAL
Entonces. ¿Qué diremos? ¿No hay ninguna línea de defensa contra la inmodestia más fuerte
que la pura opinión? ¿No tenemos
protección contra la completa desnudez?
Sí, hermanos, Dios nos ha dado protección. Primeramente cuando Adán y
Eva pecaron. Dios puso en ellos un instinto natural de vestirse. Dios no tuvo
que darles mandamiento. Ellos mismos tenían el deseo de vestirse. Se vistieron
con delantales hechos de hoja de higuera. (Génesis 3:7) Dios después les hizo
túnicas de pieles(Gén.
3:21) Este instinto natural que
apareció en Adán y Eva todavía existe en todos los seres humanos. Ha servido
muy bien en todo el mundo, con muy pocas excepciones, aun entre la gente que no
conoce al Dios Verdadero, para obligarles a vestirse decorosamente.
Mateo 5:28-- “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. Romanos 14:15-- “Pero si por causa de la
comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que
por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió” 1Cor. 8:9,13--“Pero mirad que esta libertad
vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles”. “Por lo cual, si la
comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner
tropiezo a mi hermano”. Según estos versículos, no debemos hacer
nada, aunque sea cosa aceptable por otra parte, si la influencia de nuestra
acción causa tentación o caída para otra persona. Este principio se aplica a
muchas cosas, pero se aplica también al vestido. la
mujer debe pensar, no solamente en lo que sea la moda y cuál vestido es el más
bonito para ella, sino también si su manera de vestirse pudiera causar
tentación para otra persona. Notemos otra vez que tenemos que usar el juicio
humano para poner en práctica este principio. Cuando tenemos que confiar en el
juicio humano, siempre hay diferentes puntos de vista.
Hasta cierto punto las costumbres
de la sociedad indican lo que es modesto y lo que no es delante de los seres
humanos. Por ejemplo, en ciertos países la mujer modesta tiene que mantener su
cara cubierta completamente cuando aparece en público. No es ley de Dios. Es la
costumbre de los seres humanos. También nos dicen que en los tiempos de los bis-abuelos, el vestido de la mujer tenía que llegar
al suelo. Si un hombre veía una pequeña parte del tobillo de la mujer, era
falta de modestia de parte de ella, no por mandamiento de Dios, sino por la
costumbre de la sociedad. Estoy seguro que los predicadores de aquel tiempo
usaban (1Tim. 2:9 y 1Pedro 3:3) para reprender a las mujeres que
violaban esta costumbre. Hoy los bis-nietos de estos
mismos hombres, aunque sean muy estrictos, no requieren esto. Los Menonitas han exaltado una cierta moda
de vestido para hombres y mujeres del siglo pasado, y ahora obligan a sus
seguidores que se vistan así, como si fuera ley de Dios. Tengamos cuidado,
hermanos, que no seamos imitadores de ellos en cuanto al vestido.
Supongamos que en un país donde las mujeres tienen que cubrir sus caras
completamente para ser modestas, si en estos lugares, hubiera una iglesia de
Cristo, ¿Tendrían razón los hermanos en esas iglesias en “descomulgar” a las
iglesias en México y los Estados Unidos porque las mujeres en estas
congregaciones no cubren sus caras? No
cabe duda que tendrían la tendencia de hacerlo, pero si lo hicieran, sería descomunión no por la palabra de Dios, sino porque no
seguimos las costumbres de ellos. No
sería Bíblico tal descomunión. Cuidado que no hagamos
de nuestras costumbres y modas una ley de Dios.
Pero, ya que la mujer cristiana debe considerar le efecto de su influencia
sobre otros en su manera de vestirse (Romanos 14:13-21; 1Cor.8:9-13), ella debe
vestirse de acuerdo con lo que constituye la modestia en el ambiente donde
está. Si ella acompaña a su esposo a un país de los árabes, donde las mujeres
tienen que cubrir su cara, debe seguir la costumbre, no porque es ley de Dios,
porque no es, sino para tener más éxito en convertir almas.(1Cor. 9:19-22)
Si se establece una moda nueva, aun si no es violación de la ley de Dios, pero
si la gente decente en general la juzga inmodesta, la mujer cristiana se
abstendrá de seguir la nueva moda, para no poner en peligro las almas de los
otros.
La mujer cristiana tiene todavía
otra ayuda. Las muchachas tienen el
beneficio de los consejos de sus padres. Las jovencitas tienen la ayuda de las
hermanas ancianitas. las mujeres casadas tienen el
consejo de sus maridos. Los ancianos (pastores) y los predicadores pueden y
deben enseñar lo que la Biblia dice,, y aun pueden
añadir por su espiritualidad y experiencia consejos prácticos para el beneficio
de las hermanas. Pero, siempre, al dar
consejos sobre aquellas cosas que Dios no ha especificado, no olvidemos que lo
estamos haciendo a nivel de criterio personal, por tanto debemos hablar con
humildad, respetando y considerando el consejo de otros. Ningún hermano,
predicador, anciano, o editor de revista tiene el derecho de hablar
“oficialmente” para imponer requisitos no especificados en la Biblia. nadie tiene el derecho de descomulgar a otros porque no
siguen a la letra el juicio particular de él. Las diferentes conclusiones en
cuanto a la modestia vienen de :
(1)
Los diferentes ambientes en los cuales fuimos
criados,
(2)
Diferentes
experiencias en la vida particular de uno,
(3)
Diferentes maneras de pensar, etc. Conviene la
humildad en este caso.
TEXTOS MAL USADOS EN DISCUSIONES
SOBRE LA MODESTIA
Mateo 5:28-- Pero yo os
digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Cristo dirigió estas palabras a los hombres,
no a las mujeres. Es cierto que hay aplicación indirecta a las mujeres. Pero,
¿Cuántas veces hemos oído citar desde el púlpito este texto, seguido de una
enseñanza del predicador sobre la manera correcta de vestir de la mujer?. Desde Adán los hombres siempre han querido echar la culpa
a la mujer por sus propios pecados. Los hombres deben portarse bien y mantener
limpio su corazón, no importa lo que hagan las mujeres.
Romanos 14:13-21; 1Cor. 9:13. Estos versículos NO dicen que los cristianos
tienen que abstenerse de cualquier práctica solamente porque otro hermano se
opone. Los versículos NO autorizan al hermano más extremista para que sea el
dictador de la iglesia, y que otros tienen que obedecer para no ofenderle. En
lugar de esto, los textos dicen que los más espirituales deben considerar el
efecto de sus acciones sobre los más débiles. Es absurdo que algunos hermanos,
por su manera de portarse, dejan la impresión de que son los más
espirituales. Quieren imponer sobre las
hermanas sus opiniones particulares acerca del vestido de la mujer. Según ellos
las hermanas son más débiles y menos preparadas espiritualmente. Por su aplicación de los pasajes, las
personas más débiles tienen que limitarse en sus acciones por causa de los
caprichos de los más fuertes. En verdad
aplican AL REVEZ la enseñanza de este capítulo. ¿Tendrá Dios gusto con este uso
de su palabra?.
Deut. 22:5.—Muchos
citan este texto para probar que las
mujeres no deben vestirse de pantalones. El versículo dice, “No vestirá
la mujer de traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque
abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”.
Primeramente, este texto es parte de la ley
antigua, que se terminó cuando cristo murió en la cruz
(Efes. 2:15; Heb. 1:1,2) Hay otras enseñanzas en este capítulo que
nadie quiere en vigor ahora. Por ejemplo, el v.9: “No sembrarás tu viña con
semillas diversas”. V.11: “No vestirás ropa de lana y lino juntamente”. El
v.12: “No harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras”.
etc. Si vamos a poner en vigor todo el capítulo y todo el libro de
Deuteronomio, ¿porqué procuramos imponer el versículo 5 sobre los cristianos?.
Además, notemos que en el tiempo de Moisés, hombres y mujeres, los dos
sexos, se vestían de túnicas, y así se vestían por toda la Biblia. Después que
Moisés pronunció éstas palabras en Deut. 22:5, ni
hombres ni mujeres decidieron que tenían que dejar de vestirse de túnicas.
Quizá si algunos de nuestros hermanos modernos hubieran estado presentes cuando
Moisés dijo esto, habrían dicho a sus hijas y sus esposas que era pecado si
ellas se vestían de túnicas porque las túnicas eran ropa de hombre. Quizá
hubieran inventado pantalones para las mujeres de aquel tiempo! Pero ni Moisés ni
otro profeta de Dios reprendió a la gente porque los
dos sexos se vestían de túnicas.
Los dos testamentos condenan a los afeminados (los hombres que quieren
vestirse como mujeres y también las mujeres que quieren vestirse como hombres).
la homosexualidad y las tendencias a ella están
condenadas en la Biblia en los dos testamentos(1Cor. 6:9; Rom.
1:26,27) Pero, si en el tiempo de Moisés hombres y mujeres podían vestirse al
mismo tiempo de túnicas y mantener la distinción de los sexos, actualmente pueden
vestirse de pantalones y mantener la distinción. La verdad es que ninguna parte
de la Biblia prohíbe que las mujeres se vistan de pantalones. Hay lugares donde
las mujeres más modestas se visten de pantalones. Este asunto depende de las
costumbres de la SOCIEDAD, no de la ley de Dios.
Hay cuatro elementos que determinan el vestido modesto:
(1) El instinto
natural que todo ser humano tiene.
(2) Las costumbres
del ambiente donde la persona vive.
(3) El
principio Bíblico que prohíbe toda acción que haga caer a otra persona
(4) El juicio humano en
aplicar los otros tres elementos.
Ya que el juicio humano entra en el asunto, hay por necesidad
diferencia de opinión. Las diferencias de opinión no son causas justas de descomunión. Seamos humildes, sinceros y prudentes. No
hagamos leyes donde Dios no hizo ley. TENGAMOS AMOR FRATERNAL.
Que las hermanas se vistan
sinceramente, con modestia y pudor. En todo. Que los hombres mantengan su
corazón limpio, no importa como se vistan las mujeres. Que prediquemos el evangelio
puro a todos. El alma convertida a Cristo se portará bien en su manera de
pensar, en su manera de vestirse—en todo. El predicador no tendrá que perder
tiempo especificando detalles que Dios no especificó si dedica su tiempo a
predicar el evangelio.
Estudio Escrito por: Mack Kercheville-de: El Paso, Texas